Ago 2023 – Cómo reconocer el estrés en los niños pequeños y ayudarles a afrontarlo

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Representation of stress

No todo el estrés es malo. Los pequeños retos pueden ayudar a los niños a ser más resilientes y a entender cómo gestionar los factores estresantes cotidianos, por ejemplo, encontrando soluciones, buscando ayuda cuando sea necesario, etc. Dependiendo de su nivel de desarrollo y de sus experiencias, los niños pueden reconocer el estrés, afrontarlo y recuperarse con estrategias saludables.

¿Cuáles son algunos signos de estrés en los niños?
Cambios de comportamiento: Los niños pueden intentar comunicar su estrés con su comportamiento. Algunas reacciones conductuales comunes al estrés en los niños pueden incluir:

  • Aumento del miedo a las cosas
  • Regresión a comportamientos anteriores más jóvenes
  • Más aferramiento de lo normal
  • Habla menos
  • Menos interés por el juego
  • Poca concentración

Problemas para dormir: Un niño puede quejarse de sentirse más cansado de lo normal, dormir más de lo habitual o tener problemas para conciliar el sueño por la noche.

Cambios en la alimentación: Cambios drásticos en la alimentación, como comer más o menos de lo habitual.

Enfermarse más a menudo: El estrés suele manifestarse en forma de síntomas físicos de enfermedad. Por ejemplo, pueden declarar que tienen dolores de cabeza o de estómago con más frecuencia.

Estrategias para ayudar a los niños a afrontar el estrés:
Enseñe a los niños a ser conscientes de su respiración. Enseñar a los niños a respirar más des pacio puede ayudarles a reducir el estrés y animarles a ser más conscientes de sus necesidades. Por ejemplo: «Me he dado cuenta de que vas de un lado a otro y respiras con dificultad. ¿Podríamos contar hasta diez y respirar hondo para pensar juntos qué hacer a continuación?».

Enseñe a los niños a ser conscientes de cómo reacciona su cuerpo ante el estrés. Si observa cambios bruscos, como chuparse el dedo, morderse las uñas, revolverse el pelo o hurgarse la nariz, guíe al niño proporcionándole un lenguaje que le ayude a describir lo que puede estar sintiendo, por ejemplo: «Me he dado cuenta de que te estás mordiendo las uñas. ¿Te molesta la uña o estás un poco nervioso? Sentémonos y hablemos de ello».

Establezca rutinas de control y escuche y hable con su hijo para ayudarle a sentirse seguro y querido. Hable de posibles soluciones haciendo preguntas abiertas como: «Háblame de tu día». Mantener la calma y apoyar a su hijo en un momento difícil le enseñará a hacer lo mismo por sí mismo y por los demás.

Dé prioridad al tiempo en familia, por ejemplo leyendo un libro juntos o comiendo juntos con regularidad. Dar a los niños apoyo y estabilidad adicionales cuando atraviesan un acontecimiento nuevo o estresante en su vida, como la llegada de un nuevo hermano, un divorcio familiar o hacer nuevos amigos.

Tenga en cuenta la calidad de los medios de comunicación y la cantidad de tiempo que el niño pasa utilizando medios y mirando pantallas. ¿Es apropiado el contenido? ¿Les altera el sueño? ¿Está relacionado con sus ansiedades?

Muévete. Pasa tiempo al aire libre montando en bici o en patinete, jugando a la pelota, visitando la biblioteca o paseando por el parque o la playa.

El estrés positivo ofrece a los niños la oportunidad de aprender y les anima a crear y conquistar nuevas metas, adaptarse a los cambios y ganar confianza en sí mismos. Los niños simplemente intentan comprender el mundo que les rodea basándose en experiencias pasadas; algunos niños pueden necesitar más apoyo que otros. Si no está seguro de si su hijo está experimentando o no está afrontando bien el estrés, consulte a su pediatra o a un profesional médico para más información.

Referencias y recursos: