Sept 2018 – Cómo Hablar con los Niños sobre Experiencias Traumáticas

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Con frecuencia, los niños están expuestos a situaciones de violencia. Ya sea en ver las en las noticias, en el vecindario, en las películas o en juegos populares, la violencia puede aterrar o traumatizar a los niños. Cuando los padres les hablan a sus hijos sobre cosas que dan miedo en las noticias o eventos violentos que han visto o escuchado, los niños tienen la oportunidad de expresar sus preocupaciones, hacer preguntas y ser tranquilizados por un adulto de confianza. Puede sentirse incómodo al hablar con los niños sobre violencia y experiencias traumáticas pero la guía que reciban de usted puede ayudarlos a comprender lo que está sucediendo y sobrellevarlo de una manera positiva.

¿Qué es el Trauma?
El Diccionario de Oxford Living define el término trauma como “una experiencia sumamente angustiante o perturbadora”. La Asociación Estadounidense de Psicología define un evento traumático como “uno que amenaza con lesiones, muerte o la integridad física del individuo u otros y también causa horror, terror o indefensión en el momento en que ocurre. Los eventos traumáticos incluyen abuso sexual, abuso físico, violencia doméstica, violencia en la comunidad y la escuela, traumas médicos, accidentes automovilísticos, actos de terrorismo, experiencias de la guerra, desastres naturales y creados por el ser humano, suicidios y otras pérdidas traumáticas”. Otros ejemplos de experiencias traumáticas incluyen la muerte de un ser querido; una separación familiar, como un divorcio o un despliegue militar; estar bajo el cuidado de un padre que sufre de abuso de sustancias, depresión u otra enfermedad mental; etc. Los niños que viven una situación traumática una vez por lo general pueden enfrentarla con el apoyo de su familia, pero los niños que viven situaciones traumáticas con regularidad pueden sentir los efectos del trauma durante su adultez.

La Dra. Nadine Burke-Harris hizo referencia a la investigación sobre los efectos de las situaciones traumáticas en los niños en una charla TED del 2014. El primer estudio sobre traumas que le interesó a la Dra. Burke-Harris fue realizado inicialmente por los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y Kaiser Permanente. El nombre del estudio se conoce como Experiencias Adversas en la Infancia (ACEs por sus siglas en inglés). En el estudio sobre ACEs se observaron los efectos de situaciones de abuso, abandono y conflictos familiares/domésticos (abuso de sustancias, encarcelación y enfermedades mentales en los padres). Un grupo de adultos respondió a cuestionarios de salud sobre experiencias traumáticas en su infancia. Cada tipo de experiencia traumática representaba unpunto en el cuestionario.

Los médicos advirtieron que cada vez que aumentaba la puntuación de ACEs de una persona (cantidad de eventos traumáticos vividos), también aumentaba la cantidad de problemas de salud física y mental. Por primera vez hubo una investigación sólida que demuestra que los traumas de la infancia pueden afectar la salud de los adultos a largo plazo, lo que deriva en muertes a una edad temprana por enfermedades cardíacas, diabetes e incluso cáncer. Mediante este estudio, también se descubrió que los traumas de la infancia son más frecuentes que lo que piensa la mayoría de la gente, y afectan a personas de todas las culturas y contextos económicos. Puede seguir leyendo sobre el trabajo que realiza la Dra. Burke-Harris para sanar los efectos de los traumas de ACEs en el sitio web del Centro para el Bienestar Juvenil o en su libro The Deepest Well (El pozo más profundo).

Si su hijo vive una situación traumática, es posible que observe alguno de los siguientes signos:

  • actitud temerosa respecto a cosas que no solían ser un problema;
  • angustia por ser separado de usted;
  • pesadillas y problemas para dormir;
  • demostraciones de tristeza o enojo;
  • falta de interés en actividades habituales;
  • falta de concentración;
  • inicio de un bajo rendimiento académico.

Use los siguientes consejos para hablar con su hijo y, si no ve mejoras luego de un par de semanas, debería consultar al médico de su hijo o un consejero profesional. Para obtener más información sobre traumas, haga clic aquí.

Momento para Hablar sobre el Trauma
“Cuando era chico y veía cosas que me daban miedo en las noticias, mi mamá me solía decir: «Busca a quienes brindan ayuda. Siempre encontrarás personas que están ayudando». Hasta el día de hoy, especialmente en épocas de «desastre,» recuerdo las palabras de mi madre y siempre me consuela darme cuenta de que aún existen tantas personas que brindan ayuda, tantas personas bondadosas en este mundo.” – Fred Rogers

Después de vivir una situación traumática, es importante que el niño se sienta seguro y protegido. Una vez que se encuentren en un lugar seguro y la situación se haya calmado, pueden tener su primera charla acerca de lo que ha sucedido. Independientemente de cuál sea el evento traumático como, por ejemplo, ser testigo de un crimen, sufrir lesiones en un accidente u otra situación violenta, la Asociación Nacional de Psicólogos Escolares recomienda estos consejos para ayudar a los niños a lidiar con traumas que son consecuencias de desastres o violencia:

  • Hágales saber a los niños que están a salvo y promueva que hablen sobre sus pensamientos y sentimientos. Algunos niños quizás no quieran hablar sobre el evento de inmediato. Dígales que usted está disponible para conversar en cualquier momento y evite presionarlos para que hablen antes de estar preparados.
  • Explique el evento con la mayor claridad, simpleza y sinceridad posible. Mientras lo explica, observe las reacciones de los niños y haga pausas frecuentes en caso de que tengan preguntas. Permite que la conversación se desarrolle en torno a las reacciones emocionales y las preocupaciones de los niños. Aclare la información para aquellos niños a los que les cueste diferenciar lo que realmente sucedió de lo que imaginan que sucedió. De esta manera, les ayudará a sentirse escuchados y construir un lazo de confianza con usted.
  • Recuerde a los niños las reglas de seguridad y las precauciones que existen para protegerlos. Por ejemplo, los simulacros de incendios, las salidas de emergencia, los extintores de incendios, los maestros, los oficiales de policía y los bomberos, entre otros. Pregúnteles si se les ocurren nuevas reglas o ideas para mantenerse a salvo. Esto puede ayudar a los niños a sentir que ellos tienen el control de su propia seguridad. Ayúdelos a identificar las personas a las que pueden recurrir si necesitan ayuda.
  • Restrinja el acceso a dispositivos que podrían estar transmitiendo noticias sobre el evento, y esté atento a las conversaciones con otros adultos que se tienen frente a los niños.
  • Vuelva a su rutina diaria tan pronto sea posible. La regularidad y la estabilidad de una rutina familiar ayudará a los niños a sentir que todo volvió a la normalidad y que recuperaron la seguridad. Asegúrese de que su hijo duerma lo suficiente y se alimente bien.
  • Aliente a los niños a participar en actividades creativas para liberar posibles tensiones o estrés. Pueden dibujar, escribir en un diario, tocar música o sacar fotos a la naturaleza.

Para obtener más recursos sobre cómo hablar con los niños sobre experiencias traumáticas, pérdida, enfermedades mentales, abuso de sustancias o desastres, consulte los recursos que figuran a continuación.

Referencias y recursos

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